"¿Qué denunciar?
Ante una detención, por corta e insignificante que sea, aunque se pongan en libertad sin cargos, ni fianza, ni ninguna otra medida represora, hay que denunciar torturas.
Aquí os damos unas ideas que os pueden servir de ayuda aunque todo lo que a un@ se le ocurra es bueno, luego no os olvidéis de hacérnoslo llegar, así lo podremos emplear tod@s:
- Fijarse en las descripciones físicas de l@s txakurras, eso ya aporta veracidad a la denuncia posterior.
- Recibir golpes desde el mismo momento de la detención, y sólo por ser de Euskal Herria. Si la detención se produce en la calle y es normal, dejar los golpes para la entrada en comisaría o en el vehículo policial. Pero en este caso gritar como si os mataran, gritar también el nombre, y forcejear lo que podáis luego ya sacaremos testigos, además hará creíble todo lo que contéis.
- Fijarse en la descripción de las dependencias policiales, igual que antes, es aportar datos reales de la denuncia. Según como se desarrolle la detención (tiempo, lugar, violencia) intentar conseguir que se produzcan efectos que se puedan utilizar para aumentar y concienciar al pueblo, por ejemplo: que se sangre abundantemente, aunque sea por la nariz, ingreso en clínicas y hospitales, que resulten herid@s ancian@s o niñ@s... todo esto facilita la tarea posterior de medios de comunicación, abogad@s, kale borroka...
- Denunciar a cuant@s más txakurras podáis, aquí la imaginación no tiene límites y podéis desarrollarla sin miedo, nunca os van a represaliar por una denuncia falsa; aunque no se pueda comprobar ya habremos conseguido parte de lo que pretendemos, y sin coste alguno.
- Hablar de interrogatorios, golpes, bolsa, bañera, potro, tortura psicológica... leer bien el resto de documentos que tenéis, todos son necesarios y complementarios.
- Intentar involucrar en la denuncia a algún político, tiene mucha mas repercusión y crecen las contradicciones entre partidos.
- Negar siempre vuestros marrones y achacárselos a trampas de los txakurras (en caso de aparecer armas, documentos, cantadas de militantes...).
Podíamos seguir pero aquí tenéis lo más importante, el resto lo dejamos a vuestra imaginación aunque no olvidéis pasarnos las ideas."
Este texto entrecomillado forma parte textualmente, de un documento intervenido en el domicilio de los miembros liberados del comando “ARABA/98”, detenidos el 19/03/98. Corresponde a las diligencias 1/98 instruidas por la 511ª Comandancia (Álava), entregadas en el Juzgado Central de Instrucción número Uno.
¿Les suena? Seguramente sí. Es la cantinela que repiten machaconamente los etarras cuando son capturados. El último ejemplo conocido es el de Igor Portu, ese gudari por la libertad y la justicia que, entre otras cositas, últimamente colocó -presuntamente- junto con Martín Sarasola y Mikel San Sebastián, la furgoneta que voló la T4 de Barajas, matando a Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate.
La debilidad de la democracia es la fuerza de los terroristas. En nuestro estado de derecho, estas denuncias se han de investigar pero dejando muy claro que la presunción de inocencia no sólo debe aplicarse a los delincuentes. Cuando salieron a la luz los crímenes del Gal, hubo quien quiso minimizar los hechos porque las víctimas eran presuntos etarras. Gran error. Sólo hay algo que nos diferencia, y es justamente, que pese a todas nuestras imperfecciones, el Gal se investigó, se juzgó y se condenó.
Por eso, declaraciones como las de Santiago Carrillo en el programa de Gemma Nierga (la SER) en las que vomita " eso de no negociar con terroristas... todo el mundo ha sido terrorista antes de... " producen asco e indignación.
No señor. Muchos jamás hemos sido terroristas. Jamás hemos defendido otra lucha antiterrorista más que la estricta aplicación de la ley y las normas democráticas. Jamás hemos creído en negociaciones con los que nos quieren volar las piernas o pegar un tiro en la cabeza. Jamás hemos hecho una denuncia falsa. Jamás apoyaremos la tortura. Y jamás cuestionaremos el uso de la fuerza necesaria para reducir a un terrorista armado.
Una costilla rota duele. Jamás será tan doloroso como levantarte cada mañana sabiendo que nunca volverás a ver a tu familiar asesinado por los terroristas.
Artículo publicado en http://criterio.es/2008/01/18/asco-indignacion-y-torturas/